Hay escritos, lugares, personas o tal vez perfumes que te llevan a un recuerdo.
Hoy me senté a pensar... en ellos. En lo lindo que es recordar momentos...
Son tan mágicos los recuerdos, tan reales y a la vez tan raros, como los sueños...
Los recuerdos están compuestos por la misma sustancia que los pensamientos que tenemos habitualmente... incluso lo son. Pero hay algo distinto que los diferencian. No sé bien lo que es, tal vez lo distinto y lo especial que los hacen es que son recuerdos del alma. Los pensamientos no son experiencias, son solo pensamientos. Aún no son reales, y tal vez no lo sean. En cambio, los recuerdos están llenos de energía pura vivida... hay algo mágico en ellos que hacen que sean tan especiales.
Tal vez me equivoco... y son puras ilusiones mías. Tal vez me hago una película recordando momentos... porque quiero que mi vida sea como un cuento de hadas. O parecida a una película romántica, misterio y magia.
No sé qué es...ni por qué me gusta tanto recordar viejos tiempos. Siento que van a estar siempre en mí. Son parte de mí. De todo lo que soy, de mi alma, mi espíritu.
Hay que recordar los buenos momentos, esos valen la pena recordar. Están compuestos de una energía hermosa, mágica, pura y rosa. O tal vez de miles de colores dando vueltas. Tan mágico que asusta.
A veces creo que tanto los recuerdos como los sueños son muy diferentes a los pensamientos. Creo que cuando soñas te elevas hacia otra dimensión. A una dimensión que va más allá de la mente. Y cuando recordas... estás volviendo a vivir ese momento con el alma. Eso siento yo. No sé bien qué es, solo sé que es mágico para mí. Creo que los recuerdos quedan en el alma, ya que son experiencias que nuestra alma experimentó a través del cuerpo.
